La identificación de características faciales ha recibido un fuerte impulso gracias al avance en la tecnología de video multimedia propiciándose así un aumento de cámaras en los lugares de trabajo y en el hogar con un reducido coste. El reconocimiento facial se puede aplicar a múltiples propósitos: seguridad, interacción humano-computador, reconocimiento de personas, etc.
El reconocimiento de gestos faciales utiliza una aproximación basada en hechos asociados a elementos característicos (ojos y boca sobre todo) y su seguimiento en términos de patrones asociados a Unidades de Acción (AU). La elevación a modelos 3D utiliza mapas de curvaturas para superficies asociadas a nubes de puntos capturadas previamente (mediante Visión Estéreo o Láser) y que permiten inicializar el sistema.